lunes, 9 de junio de 2014

EL TIEMPO EN LA BOTELLA -BENEDICTO CERDA-CHILE





EL TIEMPO EN LA BOTELLA


Aquí está la cosa que arde, es por eso que escribo estas líneas finales. Pondré el mensaje en el interior de una botella y la lanzo al mar. No sé qué va a suceder y tal vez no tenga sentido, Hegel prometía la inmortalidad, después de lo que estoy viendo no sé si creerle. La gente no escucha, poseídos por el demonio de la inmediatez, algo difícil de entender; siempre conectados al celular y el ordenador. En la Tierra las guerras son interminables, el hombre a lo largo de la historia ha sabido muy poco de paz, aunque ahora, con el tipo de armamento que tienen, es imposible la sobrevivencia de la especie humana y el asunto no irá para largo. Yo mismo, hace cinco años, decidí salir arrancando de la gran ciudad, estaba cansado que me oprimieran en los buses. Así fue como alquilé el piso que tenía para juntar unos duros, cerré la cuenta corriente, cancelé los seguros de vida, vendí el automóvil comprado a diez años plazo, anulé las tarjetas de crédito Premium, del súper mercado, mi convenio Muera Feliz del Parque del Reposo, las cuotas de Escritores Ajenos al Mercado y, el contrato con Pronto Emergencia, Lo Queremos. Estaba hastiado de tantos beneficios. Puse las cosas más importantes en mi bolso deportivo Nike y partí sin rumbo determinado. Llevaba también mi máquina de afeitar Schick, pasta dentífrica Pepsodent, colonia After Shave de Acqua di Parma, Desodorante Always Ready, veinticinco cajas de Paracetamol, bronceador Charlotte Island, hilo dental Kolynos, una almohada pequeña para evitar el dolor del cuello, pañuelos humectantes Frescura Infinita, 10 cajas de antialérgicos Loratadina, un par de tijeras stainless steel, papel toilette en color, un mapa.

Llegué a vivir a un modesto pueblo del norte de Chile, Vicuña. Donde la temperatura de veintitrés grados Celsius hace temblar de frío a sus habitantes. Aquí la gente conversa,  aunque a veces estas charlas se hacen interminables, hasta se puede dormir una siesta en medio. Nada de apuros, pisotones, exabruptos. Había encontrado la felicidad, hasta que llegó el verano en pleno. Apareció gente de todas partes; gringos, en especial, que deseaban terminar con las prisas y mirar el sol al amanecer, la luna jugar a las escondidas entre montes milenarios. Aunque los turistas hacen cosas extrañas, a veces, por ejemplo, arrojan piedras esféricas hacia el cerro y se quedan esperando que la inercia las devuelva hasta sus manos. Después quedan hipnotizados mirando los guijarros por mucho tiempo, al final, los besan como si tuvieran vida propia y fuesen amantes extraviadas. Otras veces se van al cerro por horas y vuelven al anochecer. Los ojos les brillan y están ausentes si uno les llama. Nunca he entendido bien estas cosas y me pregunto: ¿cuál es la idea? Intuyo que viene una gran guerra y será la última, por eso decidí escribir esta carta. En Vicuña se está acabando el agua. Las cabritas parten hacia el cerro de madrugada y vuelven tristes, flacas y sedientas. Los perros duermen todo el día y apenas ladran. No hay agua, ese es el dilema. Dicen que las mineras se están llevando el líquido sagrado del embalse. Hay que buscar más oro, entiendo,  pero, después de todo, ¿qué ganamos con tanto oro si vamos a perder la vida igual que Atahualpa? Las plantaciones languidecen, a los hombres se les seca la piel. Yo quería tocar las estrellas, pero me deprimo al ver lo que está sucediendo. Hay vientos de guerra. De todas maneras, si alguien encuentra esta botella quiero decirles que no olviden la solidaridad, los perros, las cabritas, los cerditos, los sauces, una flor. Mi abuela decía: “Caridad, hijito, nunca la olvides, los hombres la necesitan. Un aliento, una mano”. Caridad, repito yo, tal vez haya una salida, aunque no estemos para festejar; allá diviso un tordo, un trigal.
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BENEDICTO CERDA : Escritor chileno autor de los libros de cuentos: 
EL BOMBERO ; AFORTUNADO Y OTROS CUENTOS; EL TARRO CON PIEDRAS
En poesía y antipoesía, ALHUÉ, POEMAS Y ANTIPOEMAS; MIEL EN LA BOCA Y BRASAS EN EL VIENTRE.
   
En novela, CORAZÓN NARCO; CUANDO VUELVAN LOS FLAMENCOS. En la actualidad trabaja en una nueva novela, que llevará por nombre, SUPERMERCADO DE ALMAS.