viernes, 28 de junio de 2024

"LUNA EN CUARTO MENGUANTE"_AMÉRICA COMPARINI SALAS_TALAGANTE_ CHILE

Cuando  se subió al tren en la "Estación Eternidad" , lo hizo en el último coche y fue casi por inercia;  pero  tranquila, relajada.
La noche era de tonalidades azules, en su celeste bóveda. 
 Como un diamante  refulgía una Luna en Cuarto Menguante.
La brisa cálida danzó sobre sus mejillas y 
un temblor de cielos la estremeció , como si le anunciará un acontecimiento que no podía definir .
Era el verano con su insoportable y pesado candente  pasar...las flores languidecían exhaustas ...
Iba como siempre sola 
Lo hacía  desde los últimos años de su vida por elección propia .
Portaba en su mano derecha una vieja maleta con sus libros , poemas y cartas  más queridas..
Buscó sin fijarse un asiento y se acomodó para seguir el viaje a ese desconocido lugar, donde tal vez podría ser plenamente feliz al reencontrarse con sus padres , sus abuelos.
 Aquella familia italiana , inserta en su alma  desde sus primeros años de vida, personas entrañables   que tanto amaba y extrañaba. 
Quizás bailaría un vals con su padre, como cuando niña , o una tarantela con sus tíos o danzaría el vals "Danubio Azul "para su abuelo  Ugo sin hache ,  porque el era fiorentino..... en ese paraíso perdido que añoraba y que la consumía  siempre de tantas nostalgias..
También imaginó a su madre venir  a su encuentro, con  los brazos extendidos, abiertos  para  abrazarla y  cobijarla  llamándola como siempre " mi amor." …
Mi amor, esa palabra única e irrepetible que solo ella solía decirle  siempre .
Inmersa en sus  pensamientos intentaba  no pensar en los que tanto amaba en el presente y hoy estaba dejando atrás.
Después de todo , no debía preocuparse en este momento. 
Cada uno tenía su propia vida , sus mundos y su quehacer.
_También se preguntó si "Él" también  la olvidaría? _
Él , el último de sus amigos, una persona que había conocido accidentalmente y por cosas del destino en una   "Estación  de  Trenes "... Una noche en  que  el Otoño envuelto en arremolinadas hojas color marrón , se  despedía acompañado de un suave viento  cargado de aromas  a jazmines y entregaba su bastón de mando al gélido Invierno que estaba por venir.
Nunca imaginó que al conocerlo su vida daría un vuelco y nacería una gran amistad  y  dejaría de llorar por  ese amor, ese gran amor que había emigrado a la eternidad tan trágicamente.
Durante un  tiempo se comunicaban noche a noche o noche por medio y tenían largas y divertidas  conversaciones 
Al igual que   Sherezade de la" Mil y Una Noche" ,  se fueron encantando mutuamente  con sus historias, relatos, vivencias, expresiones de cariño .
Él era alguien que consideraba  dulce y transparente,  como su espejo y la llamaba su alma  gemela, su amiga querida . 
Y de pronto, pese a su timidez la sorprendía con palabras que tocaban su corazón y le hacían quererlo y sentirse querida: confiar.
Ella admiraba su Arte,  su pintura, su obra y escritos hermosos, sus relatos.
  Era un artista encubierto, tan modesto y reservado, que no mostraba, ni hacía alarde de su talento y creación . Tan diferente a otras personalidades   egóticas que conocía en el mundo de la cultura donde ella se movía.
Él no sabía ,   que la conmovía cada vez que descubría como era su alma y que  cada mañana lo recordaba al despertar   , como  cada noche...
 Y cómo esperaba su llamado y se dormía pensando en él : ya era parte de su vida.
Tenía más que claro que eran solamente amigos y que ni siquiera se conocían físicamente.
 Tampoco sabía cómo era  su voz, su aroma, su cabello, sus manos, su  mundo, su calle, su casa, sus paseos cotidianos o donde deambulaba ajeno a ella a kilómetros de distancia. 
Tampoco sabía como era realmente en la   actualidad,  solo 1 o 2 fotografías mostraban su imagen  de años pasados...pero sabía que ambos podían adivinarse e intuirse...
Ordenó a su cerebro a creer en él y  se negó a pensar  que todo podría ser un falso espejismo y que  nada era real...solo una amistad virtual..
 Él sabía todo de ella : su voz , sus fotografías actuales e incluso donde vivía . 
Tal vez si algún día se hubiesen conocido y encontrado físicamente , al conversar, al mirar  sus ojos claros, al abrazarla él confiaría plenamente en ella ; pero eso nunca sucedió.
 Era desconfiado,  reservado por naturaleza.
_Una " ostrita" le decía ella riendo_
Sin embargo lo entendía y lo quería así, porque tenía plena conciencia que  ella era libre y él no ...
y quizás pensaría que si se equivocaba con ella , tendría mucho que perder .
No se explicaba la naturaleza tan profunda de estos sentimientos.
Albergarían carencias mutuas ambos?
 Sentían  satisfacción espiritual  el uno por el otro ?
Pese a todo lo incierto, y las voces internas  que le gritaban: cuidado, detente... ignoró todo. 
Había empezado a sentir grandes emociones y sentimientos. 
Era inaudito, pero confiaba después  de tanto tiempo de contarse la vida.
Para ella , su afecto iba más lejos que una simple amistad.
 Se lo dijo tanta veces ..primero con  pudor y  luego  francamente .
Él le había dicho  en más de una oportunidad " Amigos para siempre... hasta el final"....y le creyó.
_Lo quiso _
_Tal vez lo amó _
Ella era intensa y tan italiana para querer ..!
 La hacia feliz leer  como él la llamaba, o cuando anteponían el posesivo mi para hacerlo...le encantó su humor y su lenguaje a veces lleno de dichos provincianos.
 Adoró las flores que le envío para su cumpleaños y en una cajita perfumada guardó las rosas y sus relatos en el corazón 
Su regalo de Navidad la acompañaba siempre en su dormitorio, iluminando su noche
De esa forma se aproximaba a él y lo sentía a su lado.
 Ella no pidió , ni esperó nada más que quererlo  solamente  en el día a día.
Las cosas conversadas o vividas, en la  cotidianidad  entre ellos, tenían un trato amable, respetuoso, delicado  y afable. .
 Todo era tan diferente y resultaban tan familiares los diálogos.
Había tanta sincronía y sentir como de personas  conocidas de años.
Nacía dentro del corazón un afecto genuino y espontáneo de toda la vida. El azar o lo que fuera, los había vuelto a reunir , a encontrarse por otra vez más.
Algunas veces cuando las palabras se tornaban en  un tono más íntimo, ella se dormía con el corazón tibio....
 Abrazada a la almohada  medio dormida ,sentía que él la abrazaba y le susurraba palabras dulces en su oído.
Palabras ya dichas , aprendidas de antaño. por  ellos en otra vida anterior.
Sentía  que todo era tan real que podía percibirlo y adormilada se daba vueltas y lo abrazaba . .. luego se dormía sintiendo una paz infinita.
Habrán sido compañeros en una vida pasada?....
Cuál era la génesis de ese tremendo cariño que sentía por él???
Para ella lo sueños eran la confirmación de los hechos, que su inconsciente le señalaba .
Él desconocía estas emociones que  ella ocultaba , porque tenía la certeza que para él  solo era su amiga del alma.
Ella vivía en carpe diem.
 Por esa razón , siempre le había manifestado a cada una de las personas que quería o amaba de su familia,  el afecto que sentía por ellos, en palabras presentes o escritas....
Como decía su nieta: "nada quedó por decirnos...lo dijimos todo.".
Se acomodó en el asiento , resignada y estoica , entregada a su destino...
Abrió   su maleta y guardó el libro de poesía  que llevaba en la mano...al hacerlo se encontró con  una máscara brillante que había hecho para un "paseo imaginario por el Festival de Venecia” el que hizo imaginariamente sola mezclándose en la multitud imaginaria . Riendo y hablando con distintas personas imaginarias , lujo o locura que ella se podía dar porque era poeta...situaciones similares que también algunas veces jugaba con él....
Tomó la máscara y se la puso suspirando .
Acto seguido miró por última vez  a través de la ventana del vagón y vio  esa Luna Menguante plasmada como un diamante sobre el tapiz azul del cielo y también reconoció al lado de ella,  su propio corazón que colgaba de un hilo rojo  en la punta de la luna y como un péndulo en medio de las estrellas se mecía .
Tocó su pecho para ver si  latía, pero solo había un sordo silencio .
Miró el cielo y se dio cuenta que estaba  allí afuera.  
Ajeno a ella  la contemplaba: había emigrado y danzaba .
Se sintió feliz de saber que al fin era Libre, dueña absoluta de su vida: 
 Ya nunca más le podrían  doler las ausencias  de las personas amadas !
Sonriendo recordó tantas cosas de su vida pasada y a  " él" que  le había dicho: 
_" Yo te quiero más …porque te quiero hasta Andrómeda"__
Palabras que se dicen  en el fragor de la  ternura,  de   esos juegos hermosos que trae el cariño.
Entonces ella exclamó  en voz muy  alta y fuerte : 
Yo también te quiero hasta MESSIR 31... y se rio con una carcajada tan grande y potente, que abrió los ojos y se despertó...
Al mirar por la ventana y ver la Luna Menguante sin su corazón colgando, de inmediato tocó su pecho y sintió su latir sincopado diciendo: aquí  estoy, aquí estoy..!
 Su rostro también estaba liviano sin la máscara ! 
Comprendió entonces que se encontraba  allí de nuevo en el hemisferio Sur  , en medio de la vida real en su pequeña casita , en ese  pueblito rural olvidado... perdido en la geografía de su país,  en su cama de siempre..... y respirando agitada....


Pintura Naif " Encuentro Añorado"
Autora : América Comparini Salas
Talagante _ Chile 
14 de Febrero 2024.

CARLOS ÓRDENES PINCHEIRA "MORIR O CANTAR" -NICUENTOS-CHILE



Tu cuento. América, lo es una ruptu al cuento: son Nicuentos...

Carlos Ordenes Pincheira

MORIR O CANTAR

Nicuento

Hace frío. Aunque la noche invita a la ensoñación, allá arriba, los astros son helados y la luz
cae confundida con la escarcha.

Tirado en el barro me estremezco. Un pájaro grazna sobre mi cabeza. Canto agorero, presagio
de algo imprevisible, quizá un derrumbe de terrones secos. O la sombra empedernida en que yaceré.
´
Inmovilizado por tantas heridas, sólo puedo mover los ojos, el mundo es como una carpa de circo,
azulada, cuajada de hielo. En mis oídos, las hijas susurran cánticos fúnebres. Moriré. Y no lloro ni
gimo. Estoy asumiendo mi partida con serenidad. Hasta me gustaría cantar mi
último tango, ese que siempre le dedicaba a Carmen. “dejame que te diga despacito, bomboncito,
bomboncito, dueña de mi corazón...”

Hace ya mucho que la sangre dejó de manar. Me siento próximo al desvanecimiento.Dos leopardos se acercan... me miran casi con desprecio y se van...Todo me duele. Cierro los ojos. Creo que así debería esperar el último minuto, ese que talvez me lleve a un cielo distinto a los que que conozco.

No puedo dejar de mirar esta inmensa carpa azul salpicada de remaches plateados. Quisiera que ella
estuviera acá, pusiera su mano sobre mi frente disgregada por el dolor. Tengo sueño bajo los
párpados y la veo sonreír mientras camina hacia la estación...

No sé si habré dormido un minuto o dos horas. Me sentía como abandonado en un baño turco. Y una sensación de caer, caer hacia el fondo de un pozo oscuro, poblado de fauces abiertas.. Al abrir los ojos, una gota de espanto recorre mi piel, a
sacude mis raíces. Frente a mi una figura fantasmal. No parece real. Pestañeo. Es un hombre de mirar suave. Nunca lo he visto antes:viste ropas de otro siglo. Parece un espadachín. No sé por qué le digo que se vaya.
-¡Levántate!--es una voz autoritaria- ¡Nada eres si continúas en el lodo! ¿Levántate...!

-Estoy herido de gravedad -casi susurro- ¿Sabe? He perdido un río de sangre...
El ve mis heridas. Se ríe.

-¡Es nada! ¡Nada! ¡No son tus enemigos los que te dejaron así! ¡Fuiste tú!
-¿Y la sangre, la inventé? ¿Y los cuchillos hundidos en mi cuerpo?
-¡Son tuyos!

-¿Míos? Yo no he clavado ese acero en mi abdomen... ¿Lo hice yo mismo?

El hombre me exige que lo siga. No puedo moverme, estoy pegado al barro y se ha secado con mi sangre. No puedo. No. Quiero enmudecer aquí. No hay ya horizonte. Todo está perdido...

-Es la hora! ¡Debes levantarte y caminar!

El hombre de otro siglo se ve decepcionado ante mi resistencia. Empieza a correr, a
desaparecer, poco a poco.

-¡Sígueme...!
Miro hacia la distancia, el hombre está ya muy lejos. Hago un nuevo esfuerzo, crujen mis huesos, aunque ya no me duelen tanto. ¡Lo alcanzaré! Con gran dificultad empiezo a caminar, luego a correr...
deberé alcanzarlo antes que desaparezca...

Carlos Ordenes Pincheira