martes, 19 de febrero de 2013

FRANS GRIS "HOTEL CALIFORNIA"- CHILE





Hotel California (Eagles, 1976)

No hay mucho que ver, escuchar o decir. Más bien a estas alturas ya no tengo nada de nada. Un viejo sombrero blanco ¿blanco? alguna vez lo fue. Al igual que estos pantalones…y la camisa,  que hoy  luce grandes manchas  de sudor y kétchup, en los faldones y bajo los brazos.
                  Y qué?...no iré…estai más loca…no sé nada de ese guitarrista que decís…ese de nombre como de personaje de historietas y de apellido hispano…¿ese de Black magic women?…¿lo conocís o no?
Es pa la risa, me hace reír…como este pitillo…un poco de hierba…papel…
Ándate a la cresta oh… vo creís que es pa ponerse serio me                 conseguí un poco de pasto con el flaco de la esquina, y el papel se lo saque a mi agüela, de una biblia, p´tas que se enojó la vieja oh.
No éramos muchos: una batería, guitarra, bajo, clarinete y saxo…algo simple…poca cosa… algo como una mezcla de jazz y rock, tirando hacia el folclore de las Antillas. Ritmos negros ¿negros? …nada…. creo que con suerte era una mercolanza de un montón de ritmos y na que ver, ni parecida a lo que tocaban esos otros medios jipis de Viña, Los Jaivas…esos le hacían al fusión folc…o como le llamaran, a lo que los hermanos Parra, y el Gato, tocaran. “Mira niñita te voy a llevar a ver la luna ….”
No éramos más que unos campesinos trasplantados, obreros, no más de eso…le robábamos tiempo al sueño, y plata a la bolsa del pan….para instrumentos y discos. Músicos? Noooo. Hooooola músicos…como decíamos por esos días.
Conseguí que mi hermana, la que estudió en las monjas de la Divina Providencia, me hiciera una camisa sin botones y bordada, y un pantalón igual, de osnaburgo. Mi camisa era toda blanca, de mangas de campana y flores blancas…y los pantalones patas de elefante y sandalias…collares y el pelo rozándome los hombros, y los pitos que me daban risa…y todavía…
¿Y qué?  Éramos obreros, estudiantes, vagos…de pelo corto y zapatones de seguridad, overoles engrasados,  de 8,00 de la mañana a 8,00 de la noche, invierno y verano, domingos libres. Textiles, zapateros, liceanos….y qué sé yo qué más.
Y la niña blanca, de muslos de nieve, y piel  de azucenas…esa misma que se quemó los brazos y los pies, tanto que se le marcaron las chalas,  ese día en Piedra Roja. Ese Festival jipi que quiso emular a WOODSTOCK, en el 69, no pasó naa, es que era muy rasca, picante y chicoco. Ese mismo día fue que perdí, y perdió, la virginidad del cuerpo, la otra ya la habíamos perdido que tiempo...  
Por esos días conseguí una tremenda pega, en una fábrica de tejidos…y me compré una Gilera de carreras 125 c/c. roja,  que me daba tremendo caché entre las lolas de mi barrio y los pendejos me seguían con la boca abierta al pasar con mi chaqueta de cuero negra y blue jeans…no usábamos casco…y mi madre se horrorizaba de pensar que alguna vez le entregarían solo una bolsa vacía de vida.
Todas las minas y lolas querían dar una vuelta en la Gili…a la vista de todos…total las viejas igual hablaban. Total…
en una hoja de la biblia de la vieja  me armé un pito…en esa que dice algo de los tiempos y qué sé yo qué más…esta es de la güena, paraguaya…me hace reír y reír…Y en la playa…odio la playa, me lo fumé hasta las uñas…bajo el frío de marzo y la humedad entrando bajo el poncho y una botella de pisco,  amargo…el primero de otras miles y la última…y el aspirar estrellas
total…puros gritos…y pateaduras y fue la mañana de los cohetes…esa mañana que nuestro mundo se dio vueltas y desde allí volvimos los ojos para no ver y nos tapamos los oídos y no escuchar  y nos amordazamos a nosotros mismos…y nos hicimos cómplices…porque muchos no volvieron y otros, los más, no quisieron…así es que arrumbamos los sueños…Todos..todos cavamos fosas comunes en nuestras conciencias y cerramos los ojos, pues no quisimos ver que éramos culpables, responsables, cómplices de las parrilladas…de las violaciones…de los arrancadores de dientes y uñas...Todos…Nadie está libre de toda esa culpa…

Un pito 2.0…recargado…algo nuevo “él que esté libre de culpa…” otra bota de pisco…amargo… llorón…y mi camisa …blanca o ¿gris?  manchada de alcohol bajo los brazos y en los faldones…¿sangre?...
un sombrero que alguna vez…y el pantalón con manchas de orín, y otras más sospechosas…tirado en este catre de hotel sucio con pequeños animalillos grises…serán alcohólicos…es que les gusta mucho chuparme… 
hace ya mucho, como treinta y nueve años …o algo así…que ya no volví…debe ser por la hebra rojinegra que esa mañana anotó en mi piel ese corvo militar. Un relámpago de acero me abrió desde debajo del esternón hasta el hombro derecho
profundo río de guitarras fluyendo, largo y acompasado. Mil luces ardiendo tras los ojos que arden y las lenguas gritando…el tabletear de los casquillos en los suelos y un clarinete….
y los largos días de dolor y muerte diaria
y luego una botella y otra … y Alemania y Suecia…
Y Pisagua o el frío
Y desde esos lugares el largo camino al resto de mi vida y a este colchón sucio
y a esta silla bajo mis pies y hasta este cordel que pende
desde una viga sucia
y veo, lo último, a mis pies sacudiéndose en el umbral
 del silencio



Frans Gris
16 de agosto (1969) 2012
Los Troncos, La Cisterna
Santiago de Chile  


1 comentario:

  1. Hoy te leí de nuevo: me gustó más que antes ..otra visión tan actual y tan antigua.
    Bueno!!!!

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